Cuantos recuerdos y vivencias atesoradas
en un vida que se entrelazo con diferentes biografías , a manera de recuerdo y
testimonio me parece
razonable publicar esta gaceta del Casino
de Monterrey , si bien mi papá no fue regiomontano ( el siempre presumió serlo
) , tanto Paco como yo si tuvimos la
fortuna de saber el significado de ser bautizados en la Purísima ( gracias a mi
abuelo Federico Cantú Garza ) como dos buenos regios.
Este mes de Mayo se cumplen ya tres años
del fallecimiento de F Cantu Fabila
(Alias mi papá) nieto de la poetisa Luisa Garza ( Loreley ) y de el Doctor
Adolfo Cantú Jáuregui ( mi bisabuelo y tocayo ) : Cuenta la Historia que
despues de la separación de mis bisabuelos, la familia Cantú Garza se dividió
en dos y seria Loreley quien cargaría con los dos hijos menores, entre ellos mi
abuelo Federico , quien creció de chamaco entre San Antonio Texas y Monterrey,
ya en 1924 se instalaría a vivir en Paris con todo ese grupo de bohemios que
frecuentaban ya el mito de Picasso. En 1928 Federico se casaría con mi abuela
Luz Fabila, hermana de la Tía Tina , madre de José Luis Puertas Fabila y suegra
de Guadalupe Gómez Castillón de Fabila, por ello mi padre creció muy cercano a
mis tíos Pepe y Lupita.
En 1929 nació mi padre en la Ciudad de Los Ángeles
California , Los otros dos hermanos Fabila ( Alfonso y Gilberto ) estaban
también de visita en California, paradójicamente y despues de un conflicto
familia ( Favilas-Cantú, mis abuelos también repetían la historia de la
separación por lo que mi padre crecería en la Ciudad de México, mientras mi
abuelo alcazaba fama y fortuna en Europa y Norte America , por supuesto mi
padre siempre estaría al cuidado de Loreley, que como buena suegra, ayudaba a
su nuera Luz para encargarse del pequeño en horas de trabajo.
A su temprana juventud y como fiel
parroquiano mi padre se montaba en el tren que salía de la capital y pasaba
largas temporadas en Monterrey, fue en 1955 cuando mis padres apenas con un
primogénito, deciden probar fortuna en Nuevo León, esta época la recuerda mi
madre siempre con mucha nostalgia, pues el Monterrey de esa época aun tenia el
sabor de principios de siglo ( mi bisabuelo tenia su casa en lo que hoy es el
estacionamiento del Hotel Ancira . Cuenta mi madre que a finales de 1958 ya
despues de mi nacimiento ellos decidieron regresar a la Ciudad de México , sin
embargo los viajes , las amistades y la familia regiomontana siempre estaría
presente en nuestras vidas. Tanto Paco mi hermano como yo pasamos cualquier
cantidad de vacaciones entre Monterrey y la Isla del Padre.
Pepe, Lupita y Gerardo fueron tema y punto
obligado en la vida de mis padres y mi abuela Luz, hablar de Monterrey fue
siempre hablar de los tíos y mi primo Gerardo que hoy muy atinadamente recupera
la historia regia ……… nuestra historia.
Adolfo Cantú
Adolfo Cantú